lunes, 8 de diciembre de 2008

El rincón dañino

Una sesión de cine, como guarida en una tarde vacía. Una cena copiosa para la mente más golosa. Una tarde de "amor" sin amada. Una noche sin dormir, pensando que mañana será otro día más cansino.
No es mi estado actual, pero lo fue, y lo ha sido en otras muchas personas.
Abre los ojos y escucha el sonido de la lluvia, el silencio y el susurro de los ratos huecos. Cámbialo por el de las armas, el de las bombas, el de los llantos y el rugir de tripas hambrientas. Creo que ese silencio y vacío serían bien recibidos en la mayor parte de la Tierra.
Me parece que es mejor aprovechar esta gloriosa ocasión que se nos brinda. Dar la espalda a los suspiros y a los lamentos. Se debe además, contagiar felicidad al resto, para llenar sus rincones dañinos, que más de una vez hacen acto de aparición. No cuesta mucho enfocarlo todo desde una sonrisa, una mirada amable y una caricia.
Efectivamente, no se puede estar toda la vida en busca de la felicidad. Hay que encontrarla cotidianamente, en pequeños gestos que vayan sumando, hasta que nuestra "barra de estado" de felicidad roce el 100%.
Tú colaboras a que mi "barra" se desborde con cada mirada, beso, roce y sonrisa. Otras muchas personas ayudan por supuesto. Espero y deseo servir de ayuda a la hora de llenar rincones dañinos y "barras de felicidad". Os aconsejo que vosotros también lo hagáis.

2 comentarios:

Bian dijo...

Yo creo que ya cumplo encontrando tu rincón dañino y haciéndote olvidarlo con nuestras tardes de nada, nada en absoluto menos nosotros y nuestras tonterías (y a veces inglés... ^^)

Pol dijo...

sisisisi, mi barra de felicidad está ya al pspsps eighty per cent =)