jueves, 30 de octubre de 2008

Indignación

La perfección no es sinónimo de victoria, la derrota tampoco lo es de fracaso. La mente sólo era capaz de plantearse esto día tras día, pero por fortuna esa idea ya se iba extinguiendo. Sin embargo, se ha visto sobresaltada derepente por un trágico suceso. Otra vez, cansado, harto de expresar el asco y la repudia que muestra; unos asquerosos y repugnantes primates han vuelto a anteponer la ideología a la vida, la tortura a la libertad. En días como este no hace falta extenderse mucho, la crispación ya se encarga de ello. Únicamente caminando en la misma dirección, con unidad y luchando por un mismo objetivo, este vacío cósmico que sufren los terroristas se convertirá en un agujero negro, que ni siquiera ellos serán capaces de eludir. Entonces sí, tras una oscuridad absoluta (no precisamente la de sus cobardes pasamontañas) se verán engullidos por una sociedad justa que clama por la libertad. Hoy no es un día para hacer quejas estúpidas, o para mostrar diferencias obvias, sino para luchar individualmente y en grupo por el bien más preciado: la vida.

lunes, 27 de octubre de 2008

Libertad canina

La admiro, sin duda alguna. Miro el brillo de sus ojos, su cara tan expresiva y amable. La verdad, me dan ganas de sonreír. Pienso además en el tiempo que pasa recostada, sin otra aspiración que alargar al máximo su próxima siesta o husmear un poco el frigórifico, la fuente de inspiración. Su gran preocupación es decidir si dormir en una u otra habitación. Su período de distensión alcanza su culmen en un largo paseo, donde le guían otras mentes pensantes. Ahora bien, también pienso que lo único que come es pienso, y es que aunque sea paradójico, este personaje no es otro que mi perra, Mai.
He oído que estos seres son exclusivamente impulsos nerviosos. Esto último me hace pensar si realmente existen tantas diferencias entre el resto de habitantes del planeta y nosotros. Yo también conozco personas que se mueven por impulsos, más que nerviosos, erróneos. Gentes que se venden como monos de feria, para ver quién los compra primero.
Eso sí, al ponerme en el lugar de mi perra, estoy seguro de que podría proclamar a los cuatro vientos que le gustaría ser persona. ¡Qué pena, qué lástima, incluso qué patético! - creo que diría ella a todas esas personas que desechan sus oportunidades; obcecadas en divinidades, más que en virtudes personales.
Yo acordé no ser desgraciado, y ahora lo reafirmo. Solamente al pensar en perrito, me dan ganas de exprimir hasta los topes mi libertad. Y pensar que ella nunca podrá enamorarse, y si lo hace depende exclusivamente de nosotros...¡más vale que yo ya no estoy sujeto a ninguna correa que marque mi camino!

miércoles, 22 de octubre de 2008

Puzzles

Quizás otros no se sientan identificados, pero yo desde luego sí. Considerar la vida como un puzzle no es ninguna tontería, más bien una sabia teoría. Únicamente obtienes el molde al nacer y una vez te has deshecho del chupete, empiezas a elegir las piezas. Muchas encajan, unas mejor que otras, sin embargo, existen algunas que claramente no lo hacen y nunca lo harán, ni siquiera probando en posiciones inverosímiles. Eso sí, no se trata de un puzzle simple, sino de uno de esos de nivel sólo apto para expertos, uno de esos de coleccionista, de maestro, en los que prima la paciencia hasta llegar a rellenar el total de 10000 piezas, de las cuales la mitad son cielo; de esos que cuesta un infierno completar. Precisamente, esas partes de azul celeste son repetitivas, todas aquellas personas que viven ocultas entre máscaras de mentira y falsedad. Otras, al principio se muestran como dulce nieve virgen en un nevado paraje, aunque acaban resultando una avalancha aplastante que pisotea todas tus aspiraciones, estropeando viajes y paisajes exóticos que la mente ya empezaba a dejar adivinar.
Enfocando el lado positivo, aparece el marco del puzzle, lo primero en construirse, imprescindible incluso antes de darle la vuelta al resto de las piezas (intentando adivinar sus colores). Este marco constituye la base para todos y cada uno de nosotros, el vínculo que une a alguien con su familia y amigos es inseparable, indestructible y no se debe despiezar.
Llegan ahora los mejores rompecabezas, los de noches estrelladas, en las que se mezclan sueños, con estrellas fugaces, cuyo destello luminoso deja constancia del interés de esa persona, que por desgracia nunca llegará a ofrecerte la oportunidad de conocerla en su núcleo. Pero, hay piezas que destacan por encima del resto: las estrellas, que guían tu camino, y te reconducen a casa cuando la melancolía invade y vacía todos los ámbitos de la vida. Este grupo de piezas son siempre las que uno se guarda para el final, las que cierran el puzzle y completan las noches mágicas.
Yo, como todos, espero que mi vida se llene de noches estrelladas.

viernes, 17 de octubre de 2008

Un eco

¿Quién dijo victoria?
¿Quién pensó en dejarlo?
¿Quién es ya una historia?
¿Alguien va a olvidarlo?
Son preguntas que uno plantea cuando lo que se hacía llamar la flor verdadera, se convierte en la manzana del pecado; cuando esa base ya cimentada, con cuidado y cariño, se derrumba como si estuviera construida de un papel que en su día ganaba a la piedra. El tiempo se encargará del olvido, pero la cabeza invocará el pasado, retrocediendo hasta momentos difuminados para unos, cruciales para otros. No es de recibo, él mismo lo admite, no encuentra un sentido, debería ser un aparte.
Los esquemas se rompieron, y ahora hechos trizas intentan recomponerse, pero el único resumen que obtiene es dolor y a ella la deja indiferente. No es cuestión de puñaladas a la espalda, como otros seguramente hicieron, simplemente intenta que sea parte de un pasado y por mucho que lo intente, sólo es parte del presente. Ella ya no tiene nada que decir, nada que ver, nada que opinar; es él, recluido en su subconsciente el que debe ir modificando neurona a neurona lo que siente. No es de corazón, es de cabeza, y la única solución está en boca de todos,ya la conoce, se trata de un eco que resuena a la vez que sus preguntas. La solución es: otra. No tiene más misterio, pero ahora y por el momento no le sirve este escarmiento. Seguirá empeñado, buscando un eco que resuene como el suyo, para poder por fin poner punto y final a la historia de nunca acabar y empezar a disfrutar así de igual a igual.

martes, 14 de octubre de 2008

Sin mirar hacia atrás

Un sabio dijo una vez algo primitivo que hoy en día se valora más que antaño: "los seres humanos no tienen ojos en la espalda ya que no están diseñados para mirar hacia atrás". Quizá sean palabras simples, de hecho lo son, pero no por ello menos importantes.
Mira ahora por la ventana, ve a toda la chiquillería jugando, sin parar de esbozar sonrisas, sin preocupaciones, sin mayor dolor que una caída tonta seguida de una rápida reincorporación detrás de un balón. Ya es tarde, se ha dado cuenta, todo esto ha quedado atrás, ahora cuesta más levantarse. Aún se lo recuerdan: ¡aprovecha los mejores años de tu vida!...pero su sentir es diferente, quizá lo mejor haya pasado ya, fugazmente, sin dar tiempo a reaccionar.
Reacción ha sido lo que le ha faltado en los últimos meses, sin embargo, acaba de dar un paso decisivo y no precisamente hacia la Luna o hasta Marte, sino que ha puesto los dos pies en la Tierra. Ha costado penas y glorias, lamentos y alegrías, además de algún que otro disgusto o decepción severa. Esto ha servido para reforzar su postura, a partir de ahora sabe y conoce perfectamente sus derechos y obligaciones, pero también sus cualidades y puntos débiles. Jamás se enzarzará en una pelea sin sentido, porque ha descubierto lo valioso que puede llegar a ser una persona comprensiva y sólo le queda emularla siguiendo sus pasos.
Desde pequeños todos tenemos ídolos, empezando por los padres hasta llegar a los mejores futbolistas; pero llega una edad en la que se descubre la belleza que aún queda por explotar dentro de uno mismo, sin necesidad de irse más allá. Que otros no la vean no es su culpa, aunque le gustaría haberse visto recompensado ante tantas caricias en ciertos momentos. A partir de ahora es otro, es más cercano y más auténtico, el primero en reírse de uno mismo y de explotar su buen humor. Sólo su entorno más cercano le ha conocido así desde pequeño, ahora otras pocas personas muy especiales están teniendo la oportunidad de conocerlo de verdad. Su meta es hacer todo el bien posible para todos, para no dejar siquiera cabida a las dudas y a los temores. ¿Empezar de cero es bueno?